Este invierno ha sido uno de los más largos que recuerdo y también ha sido especialmente triste para mí porque la semana pasada he tenido que despedirme de mi perro Rocky después de muchos años siendo, entre otras cosas, mi compañero inseparable en muchas tardes de labores.
Llevaba enfermo desde Navidad así que cada prenda que he tejido estos meses lleva un poquito de él porque entre vuelta y vuelta siempre había un momento para mimos y caricias.
La verdad es que todavía me cuesta hacerme a la idea pero sé que son etapas que toca vivir y poco a poco recuperaré mi ritmo.
This winter was one of the longest I can remember and it also has been specially sad for me as last week I had to say goodbye to my dog Rocky after many years being, among other things, my partner-in-crime in many afternoons of crafts.
He had been ill since Christmas so every garment I've knitted these months has something to do with him as between rounds I always had time for cuddles and caresses.
Honestly I still struggle to get used to it but I know these are life stages and little by little I will recover my pace.
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